viernes, 3 de abril de 2015


EL HOSPITAL "GUÁRICO”

 ÁNGEL DEL CORRAL



Un Regalo de Dios a la región; sin rejas ni policías; tenia todo lo necesario, y nada se perdía


De izquierda a derecha: Angel R. Del Corral Belisario: Practicante y Auxiliar de Farmacia; Hermanas: Cecilia, Hermana María Dionisia; Hermana Adriana (Superiora), Hermana Raquel, Hermana Micaela y Hermana Virginia: todas pertenecientes a la Congregación de las Hermanas de los pobres de San José.


  'NO ES BIEN NACIDO, QUIEN NO ES AGRADECIDO"

Siempre he pensado que el agradecimiento es un sentimiento espontáneo del ser humano, que dignifica, ennoblece y da brillos a quienes lo poseen y demuestran.
Tengo plena seguridad que los Sanjuanéeos de nacimiento y de sentimiento, han erigido en su coraron un ALTAR DE GRATITUD en honor a los BENEFICIOS) recibidos durante cuarenta y nueve (48) años de este humilde y modesto establecimiento de salud; BENEFICIOS plenos de grandeza que, no son cosas fáciles de describir.


El Hospital “Guárico”, como todas las dependencias de Asistencia Social de entonces de este Estado, fue obra de la ADMINISTRACION del ilustre médico guariqueño, Dr... RAFAEL ZAMORA AREVALO, muy bien nacido y muy bien formado: De ascendencia cuyos atributos de nobleza y verdadero patriotismo nadie puede dudar.
Puedo presentar estas declaraciones, por ser testigo pre-sencial, por haber tenido la honrosa satisfacción de conocer de cerca, por haber gozado de su poblé amistad y por haber oído testimonios de CIENTIFICOS AUTORIZADOS que daban fe de su ser profesional de excelente competencia y ningún paciente tenía la menor duda o desconfianza al tener necesidad de solicitar sus servicios., Siendo Presidente del Estado antes de iniciar las actividades propias de Su Despacho, visitaba ¡os barrios pobres para examinar y tratar a sus moradores y acto seguido enviaba o llevaba, personalmente, los récipes a la FARMACIA que funcionaba en el HOSPITAL, para que fuesen despachados y enviados a su destino, también muchas veces, renunciaba a las pocas horas de descanso para colaborar con el persona! médico del HOSPITAL, casi siempre exiguo, en dicho establecimiento.

Siento la obligación de decir que en el HOSPITAL “GUARICO", en la época a la cual me estoy refiriendo, los pacientes recibían tratamiento no solo en su SOMA, en su cuerpo material, sino también en su substancia incorpórea, en su alma y espíritu.
Son alarmantes y profundamente dramáticas las cifras que dan algunos CIENTIFICOS estadísticos en relación a POBLACION MUNDIAL que sufre de transtornos funcionales, la cual representa entre un SESENTA y un SETENTA POR CIENTO (60 y 70%).
El personal médico del HOSPITAL, estaba integrado por dos (2) médicos: El Director que a su vez realizaba la Consulta Interna y un médico que atendía la Consulta Externa” Ejercían Medicina general y justo es recordar y reconocer que los resultados de sus labores eran sin lugar a dudas, inmensamente satisfactorios.
También funcionaba un Laboratorio Clínico, el cual para esa época, estaba bajo la responsabilidad del bachiller FERNANDO ROJAS, de indiscutibles virtudes personales e idoneidad profesional.


PREPARACION DEL PERSONAL AUXILIAR

Como es fácil de entender, también en esta época había escasez de personal adecuadamente preparado para des-empeñarse en los servicios requeridos por el HOSPITAL, pero este problema era solucionado por dos (2) médicos ya mencionados, quienes se dedicaban a hacer de profesores, desprendidos de todo interés material y con indiscutible bondad, se entregaban a la noble misión de enseñar a muchachos y muchachas, pobres de recursos económicos, pero de vocación, para que fueran útiles a la humanidad.
Considero de obligada justicia, informar a la generación actual, y recordar a las anteriores, los oportunos y valiosos servicios que prestaron, con la mejor y mas noble de sus sentimientos y experiencias los entonces bachilleres TULIO PINEDA y JESUS MATA D’GREGORIO, los cuales sacrificaban el descanso vacacional, cuando eran estudiantes de Medicina, para entregarse con indescriptible desprendimiento a colaborar con los dos (2) médicos'para servir a los enfermos.
La mejor y más valiosa recompensa la recibieron de DIOS

permitiendo que la ilustre universidad coronara sus esfuerzos e innegables vocaciones otorgándoles los títulos de Doctores en Medicina.
También siento la obligación de recordar e informar los magníficos servicios que prestaron, sin sueldo justo y con ingénita bondad, mis fraternales AMIGOS Bachilleres AL-BERTO MONTENEGRO, estudiante avanzado de Medicina y de indiscutible calidad humana; LINO JOSE FLORES, joven aplicado, activo y talentoso, quien tiene la excelente virtud de ser noble amigo; ALI BUSTAMANTE de verdadera y abnegada entrega al servicio de los que sufren, y la señorita SEBASTIANA PADILLA GARCIA, de sólida formación Cristiana, y como atributos imponderables tenía un corazón muy noble y grande que ponía, plenamente al servicio de los paciente que confiaban a sus cuidados.



De izquierda a derecha: Doctores Luis Codecido y Alejandro Irazabal Deomulen, médico General y excelente y probo Cirujano; Hermana Cecilia de San José: Anestesióloga; Br. Lino José Flores y Angel R. Del Corral B. en el momento de la intervención al niño Waldo Hernández.

Un sentimiento de Amor y Justicia se apodera de toda alma noble, de todo ser consciente y consciente cuando observa y vive un trato injusto y huérfano de todas o de las mas elementales condiciones humanas: Estas respetables y adorables monjitas que renunciaron a todos los halagos mundanos, para sepultarse vivas y voluntariamente, en los CLAUSTROS DE UN CONVENTO, a hacer votos de pobreza y dedicarse al servicio, sin distinción de clases de por vida, en beneficio de todos los que sufren, no fueron valora- bles ni siquiera en las mas pobres comprensiones humanas. Ellas conocedoras de nuestras miserias, de nuestras mezquindades, no esperan recompensa en este mundo, ni le sorprenden las capacidades que nos hacen indignos de poseer las sublimes virtudes del amor y aprecio a los valores espirituales. Las hermanas de los pobres después de cumplir muchos años de misión en el Hospital de San Juan de los Morros, vieron y sintieron la necesidad de marcharse a otros lugares donde sin duda, no serían subestimadas ni muchos menos maltratadas: Ellas como humanas también tienen un alma capaz de sentir y sufrir.



“DÍOS SE LO PAGUE. ESTA ES LA MIA.
AHORA ME DA LA DE LOS POBRES”.

Las Hermanas acostumbraban a salir los dias viernes a pedir “ limosnas para los pobres”. (Yo prefiero decir colaboraciones). El presupuesto que recibía el Hospital, era poco y con el producto de dichas recolectas, se lograba nivelar los gastos de manutención para los enfermos y el Personal del Servicio Doméstico. Considero digno de relatar el siguiente incidente: La Hermana D. .. cumpliendo su misión de “pedir para los pobres" tocó “un brillante portón”... y le atendió un señor en pijamas y con un periódico en la mano y al preguntarle “¿ Que desea? ella le contestó “la limosna para los pobres”. Dicho “señor que no era de. San Juan, salió al patio, tomó un adoboncito y se lo colocó en la cesta.
Ella le dijo Humildemente: “DIOS SE LO PAGUE, ESTA ES LA MIA, AHORA ME DA LA DE LOS POBRES”. El “señor” de marras vencido por la pobreza de tanta humildad y elevado valor espiritual, seguidamente retiró el ladrillo, entró en su habitación y trayendo un billete de CINCUENTA BOLIVARES ( Bs. 50), lo colocó en el lugar del objeto retirado. Lá Hermana D.... deprimida y con justa razón, en su condición humana informó en mi presencia a la Hermana Superiora,

luego entró a la CAPILLA, salió secándose las lágrimas de dolor, se me acerca y con marcada alegría me dice: “Angelito, le estaba pidiendo a DIOS para este pobre señor” yo, en la juventud irreflexiva de mis DIECINUEVE (19) años y con inmenso dolor en los mas profundo de mi alma, le respondí: “ya voy a entrar a pedirle a DIOS que lo CONDENE”. La Hermana Superiora halando suave y maternalmente mi oreja derecha me dijo: “ya él está perdonado por DIOS y por nosotros porque se arrepintió”.
“Hermana-dije- Quién les ha dicho a ustedes que esa clase de gente conoce la dicha que brinda el arrepentimiento?. “SUS ACCIONES”, respondió la Superiora. Bello y hermoso ejemplo que recuerda a “AQUEL, QUE PASO HACIENDO BIENES”.



DEJAME BESAR TU CRISTO

El paciente V.A.T. ingresó al HOSPITAL con una dolencia renal que el médico diagnosticó Litiasis Renal. En la sala donde fue hospitalizado entraba todas las tardes la Hermana R.. . a dar CATECISMO. El señor V.A.T. se consideraba muy leído, dotado de gran talento y un “libre pensador1'.... en gesto de irreverente desprecio hacia la Hermana y su labor se volteaba con la espalda hacia ella y el frente hacia la pared. Pero un mal día para él, sorprendió a la Enfermería

con gritos y lamentos aterradoresy por demás conmovedores y frases que denotaban un dolor atroz, y, en su desesperación clamaba por la Hermana R.... quien se presentó de inmediato y el paciente le suplicaba: “Hermanita, ¡me muero!, por el amor de DIOS dejame besar tu Cristo”. La Hermana se lo entregaba y le habla Cristiana y maternalmente. Se llamó al médico y apreció el deslizamiento de un cálculo por un uréter, prescribió el tratamiento y el paciente mejoró enseguida. El señor V.A.T. cambió totalmente su personalidad, se restableció en forma definitiva, aprendió a conocer que la verdadera felicidad es posible encontrarla en el progreso espiritual, en el sufrimiento, en el concepto bien formado del amor y de la humildad, virtudes éstas, que nos enseñan a conocer nuestras bajezas y miserias, la soberbia y la vanidad.



“DIOS ESCRIBE RECTO, AUN CON LINEAS TORCIDAS” GANO UNA FALLA MI LIMITADA EXPERIENCIA

Imagino que la memoria y el corazón deben ser considerados como cofres sagrados para guardar los recuerdos de la gratitud, lo justo y lo noble. DIOS selecciona sys instrumentos para realizar sus milagros: Entre tantas cosas que acontecieron durante los años que permanecí prestando mis servicios, como BOTICARIO y como PRACTICANTE en 
mi querido y recordado HOSPITAL,me ha sido imposible olvidar un conmovedor cuadro presentado por un niño de apenas doce (12) años.
A eso de las 7:30 A.M. nos encontramos en la entrada del Hospital, la cual estaba desprovista de REJAS Y POLICIAS, el Doctor ALEJANDRO IRAZABAL DEOMULEN y yo. Se presentó un humilde campesino con sus hijos en los brazos y preguntó: “Quién de ustedes es el Doctor?. El Doctor Irazabal, Director respondió señalando hacia mí, como queriendo hacer “chiste”: “El señor", que se le ofrece? y el hombre contestó “estábamos amarrando a un toro, se puso muy bravo, reventó la soga y embistió a mi hijo y él salió corriendo, pero se encontró con el rio, por el barranco alto y viendo que la fiera lo llevaba alcanzado, no tuvo otro recurso de defensa que el de lanzarse al vacio, con la mala suerte que una piedra filosa le rompió la barriga”. El Doctor me ordenó que lo pasara a la sala de curas y lo atendiera. Así lo hice, pero cuando separé una mugrienta mochila que cubría el abdomen, me sorprendió los estragos sufridos por la víctima: gran parte de la región estaba destrozada, un poco de intestino afuera y ahorcados por la inflamación; con prisa me dirigí al médico y le confesé que no me sentía competente para atender al herido. El Director, algo incómodo, me preguntó que cuanto tiempo tenía yo trabajando como practicante le contesté: El que no es suficiente para

adquirir la experiencia de atender este caso, que lo considero exclusivo para médicos. Al principio me apene mucho moralmente y pensé que mi LIMITADA EXPERIENCIA había ganado una falla, pero cuando el doctor observó al paciente, me abrazó paternalmente presentándome excusas. Acto seguido, con premura pero no con precipitación, movilizó a todo el personal de que disponía el Hospital para el caso incluyendo al imprescindible y por demás útil y necesario, Doctor Luis Codecido. La operación resultó con el mejor de los buenos éxitos, salvándole la vida al tierno retoño y colmando de felicidad a ios angustiados padres.



LAS HERMANAS DE LOS POBRES DE SAN'JOSE: UNAS DE LAS MEJORES ENFERMERAS DEL MUNDO
«SIENTO LA EMOCION DE UN PEREGRINO CUANDO SE ACERCA A UN SANTUARIO”

De izquierda a derecha: Ange! R. Del Corral B.; Hermana Cecilia; Br.. LINO JOSE FLORES; el niño Waldo Hernández, dado de alta totalmente recuperado después de la intervención quirúrgica, por la cual milagrosamente salvó su vida; Hermana Dolores y Hermana Micaela de San José y el Dr... Alejandro Irazábal Deomulen, EXPERTO CIRUJANO.



UNA HERMOSA INVITACION AL MEDICO COMPETENTE NO SE PUEDE CONCEBIR ATEO

Previamente a la intervención, el Doctor Irazabal, quien llevaría el bisturí, nos invita a la Capilla, a visitar al, SANTISIMO, y nos pidió que ía acompañaramos a rezar una improvisada, inspiración del momento, pero bellísima oración:
SEÑOR: AQUI ESTAMOS, VENIMOS A SUPLICARTE, HU-MILDEMENTE, QUE NOS TOMES COMO INSTRUMENTOS PARA SALVAR LA VIDA DE ESTE NIÑO QUE MUCHO HABRA DE DAR”
Luego nos dirigimos al Pabellón, casi improvisado, se empezó la operación y al terminarla, el Doctor Irazabal Deomulen pronunció estas palabras (muy usadas por muchos pero poco sentidas): “He cumplido con mi deber, DIOS hará lo demás”; pero este gran médico si las sentía y las vivía plenamente.
A los veinte (20) dias salía, fue dado de alta, y recuperado totalmente, luciendo vestimenta nueva obsequiada por el personal da! Hospital, el cual se quedó disfrutando la felicidad que le proporcionó la cristalización de sus esperanzas.

Los que trabajamos en el HOSPITAL, no computámos a nuestros servicios como una gracia, ni mucho menos como un medio para enriquecernos deshonestamente mediante la suma que devengámos, sino como un deber de todo ciudadano patriota honrado.
Los que ya se han ido de este mundo, no dejaron abundantes bienes materiales y los que todavía permanecemos aquí, estamos en condiciones morales de soportar la mas minuciosa Auditoría.
Debo aclarar, en relación al párrafo precedente, que aprecio y respeto sobremanera, los bienes de fortuna lícitamente adquiridos; pero en mi modesta condición de humilde mortal, desprecio y combato las riquezas conquistadas con las armas del delito para corromperse y corromper.


ANGEL R. DEL CORRAL B.




EL HOSPITAL "GUÁRICO”

DR. ÁNGEL DEL CORRAL


Digitalizado por Prof. PEDRO ALEJANDRO MORA VELASCO









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